El día viernes
se disputaron los cuartos de final entre Sportivo y La Academia, el escenario,
una fiesta, la gente, incontrolable, los protagonistas, ansiosos. El combinado
naranja con sed de revancha por la final del Clausura, y por hacer historia,
metiéndose por primera vez entre los cuatro mejores de este Torneo. Sportivo
iba por colocarse una vez más entre los mejores, arrebatándole todas las
expectativas de gloria, al joven y talentoso rival.
En lo
previo, el festival de las hinchadas, a pesar del respeto y aprecio entre estas
instituciones, las hinchadas brindaron un espectáculo digno de preliminar del
encuentro que comenzaría… para muchos la final anticipada.
La situación
de los jugadores representados por Davyt, se había solucionado, y los cuatro
dirían presente, siendo una vez más piezas claves. Sin embargo, Dante sufriría
una ausencia inesperada, si bien los médicos hicieron lo imposible, Gabriel
Orsi, que había sido víctima de un grotesco golpe en el partido del jueves,
todo esfuerzo fue en vano, ya que el tobillo del perspicaz volante creador no
se encontraba en condiciones aptas para esta clase de partido. Como
consecuencia, Machuca alineó con J. Davyt; J. Aguilar, D. Purstcher; I.
Romillo, E. Martino, C. Echeverría; D. Echeverría. Mientras que por el lado del
contendiente, misma alineación del partido anterior (?).
Pitazo
inicial, y a jugar, atrás quedaron las especulaciones, las apuestas, los
entredichos, las lesiones, las ausencias… la gente. Como se pensaba, La
Academia salió a proponer, su arma letal a lo largo del Torneo, fue liquidar el
partido lo antes posible y esperar el error del rival, decidió ser fiel a su
estilo, sin tirar un solo pelotazo. Mientras tanto, Sportivo esperaba, y no
desesperaba, aguantando, interpretando de a poco el juego del rival. Hasta que,
un potente tiro libre que no pueda controlar Davyt, dando rebote, culmina con
un recio remate que se estrella en el horizontal.
Parecía que
el conjunto de Machuca sería víctima, de un abrumador comienzo del combinado
naranja. Sin embargo, tanto el medio campo como la defensa del taladro trabajó
de manera notable, así lo destacó uno de sus protagonistas, Chicharo, “marcamos
como unos perros”.
La desesperación
por abrir el marcador, le jugó una mala pasada a La Academia, y tras un quite,
con escapada incluida de Daniel E., quien le entrega el balón “redondo” a
Romillo, para que éste definiera abajo de manera notable ante la impetuosa y
vehemente salida del portero, se abriera el marcador.
Dante
entendió que la clave estaba en colocar a Dani de volante, tirando más arriba a
Romillo, dado que el contragolpe era un arma letal, y más aún teniendo en
cuenta que ahora el rival tenía que salir a buscar el empate. Como no podía ser
de otra manera, la experiencia de un laureado DT como posee el taladro, acertó
y tras un pase largo, Romillo toma el balón, abriéndose hacia la izquierda y,
casi sin ángulo, remata abajo, al primer palo, marcando un gol dotado de hermosura.
Segundo de su cosecha personal, y si bien Carlos Salvador Bilardo sostiene que
el 2 – 0 es el peor resultado, las semis estaban muy pero muy cerca.
Brazos al
cielo, y final del primer tiempo, entretenido cotejo, que finalizaba con un 2 –
0 a favor del conjunto de Machuca.
Al comienzo
de la segunda mitad, La Academia propone una variante que causaría la polémica,
a la cancha Bruno Martino, quien no tenía permiso para jugar, ya que se
encuentra afectado a la Selección de Colonia, su hermano, Emanuel, se lo
advierte de manera poco amigable, asentando que no es conveniente para él.
Bruno ignoraba la buena intención de su hermano, y tras un fuerte cruce de
palabras, el árbitro decide amonestar a ambos.
Como en la
primera parte, el conjunto naranja proponía, su ambición por conseguir un gol y
achicar la ventaja, era inminente, mientras que el taladro, jugó con la
tranquilidad de los dos goles de ventaja conseguidos en la primera mitad. En
una serie de contragolpes, entre E. Martino, Romillo y C. Echeverría, pudo
haber ampliado la ventaja, sin embargo, Echeverría no se encontraba fino para
definir y el partido aun daba respiros.
No obstante,
una vez más, la salida rápida le daría una nueva alegría al conjunto de Dante,
esta vez, Daniel E. es quien tiene la posibilidad de marcar, pero la pelota
sale rebotada hacia atrás y es Romillo, que con una polenta tremenda, y
demostrando que es una pieza clave de este gran equipo, consigue el tercero
tras un eficaz y hercúleo remate, liquidando el pleito.
Posteriormente
llegaría la jugada de la polémica, La Academia quiere salir jugando, con Bruno,
quien teniendo el balón en sus pies y de espalda, observa que su hermano
Emanuel va por él, aguarda su llegada y cuando percibió que se encontraba
realmente cerca, le propino un innecesario y tonto codazo. El juez advirtió el
hecho, y decidió expulsarlo. La cuestión que desató la controversia es, si
Emanuel no debería haber visto la misma tarjeta, ya que su hermano acusa una
patada en su tobillo.
De aquí en
más, a La Academia solo le quedaba esperar el pitazo final, y Sportivo,
disfrutar de estos últimos minutos.
Machuca
comenzó con las variantes, justamente para darles aire a los jugadores que
habían hecho una tarea notable, como por ejemplo, la salida de C. Echeverría para
que ingrese Adrian Vidart, quien tendría la posibilidad de seguir ampliando el
marcador. El taladro se encontraba con un hombre de más y La Academia lejos de
querer cerrar el partido, seguía buscando el descuento. Pelota larga con Vidart
solo en el ataque, detrás de él pero lejos, muy muy lejos, se encontraba
Dávila, quien al advertir que al “Pato” solo le quedaría eludir al portero,
emprende una corrida efusiva hacia el fondo. Adrian adelanta el balón para
ganar terreno, la gente palpitaba el cuarto, y en el momento en cual se lanza
al balón para propiciar el remate, observa como Dávila no solo se lo había arrebatado, sino que ya había
percatado a quién se lo pasaría. A la
salida le preguntamos, -Adrian, te falta velocidad? –No, yo de velocidad estoy
bien, ellos son muy rápidos; manifestó el Mago, que esta vez no pudo llenarse
el pecho de gozo.
Aparentemente
el marcador sería definitivo, pero quedaría tiempo para una jugada más. Pelota que
se va afuera a favor de Sportivo, D. Purstcher realiza el saque de banda,
entregando el mismo a Daniel, quien lo afianza a su botín derecho y comienza
una vehemente diagonal hacia el medio. En eso, la pelota se le va apenas un
poquito larga, quedando dividida entre él y Artus, pero el jugador negriazul
alcanza a puntearlo, balón a un lado, corrida por el otro (el último que la
hizo bien fue Alcides Ghiggia, contra Hungría en el mundial del 54). Abriéndose
hacia la derecha y en una febril disputa codo a codo con Dávila, Echeverría
consigue sacar un remate fuera del área, colocando el balón prácticamente en el
ángulo, imposible para un portero que atinó a sacarlo, esfuerzo en vano. Más
allá de que la figura fue Romillo, no solo por sus tres goles, sino por el
despliegue físico inhumano que realizó, sigue sorprendiendo lo de Daniel, a
pesar de no ser un gran delantero, su oficio, su olfato de gol, su destreza, la
maestría para eludir rivales y habilitar compañeros, ya es un hábito. Y pensar
que hay gente que aun se rinde ante Cavani.
Brazos al
cielo, que están vez decretan el final del encuentro. Sportivo entre los cuatro
mejores.
“Hoy se
festeja, pero no hemos ganado nada todavía, solo dimos un gran paso”, manifestó
el DT de camino al vestuario, mientras retribuía con aplausos el apoyo
incondicional de la hinchada.El día martes, el taladro negriazul se verá las caras ante el siempre complicado Campana por un lugar en la final.
Nada más
para decir, solo felicitar a los protagonistas, que una vez más dejaron todo en
la cancha, y demostraron porque son un cuadro grande. Con la misma palabra que
abrimos, cerramos esta narración… GIGANTE.
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